Cuentos motivadores

Hemos creado un cuento motivador llamado Lucía lo puede lograr, en concreto es un cuento animista para trabajar entre los 4 y 6 años. Este tipo de cuentos desarrollan una historia en la que los animales son personificados desarrollando así la creatividad del alumnado. Además, hemos creado unas ilustraciones con la finalidad de que el cuento se pueda entender de una manera visual y el alumnado lo comprenda mejor. 

También hemos creado un poema, en relación con el cuento y con el mismo nombre. 


Ambos recursos ponen gran atención en la letra "U", es por esto que todos los personajes y sus nombres contienen esta letra. 
Estos recursos han sido creados teniendo en cuenta los destinatarios y su edad (4-6), usando un vocabulario simple, unos personajes que llamen la atención de los niños y niñas, con un argumento en el que tiene gran importancia la educación emocional, la no violencia y el respeto independientemente del género, raza o cualquier otra característica.


TEXTO CUENTO: 

Había una vez una tortuga llamada Julio que iba caminando lentamente con su gran caparazón hacia el río, como hacía cada mañana para ir a beber agua. 

Esa mañana, mientras iba caminando, se encontró con una pequeña pajarita llamada Lucia que había tenido un accidente porque todavía no sabía volar bien y se había roto un ala. Julio muy amable se ofreció a llevarla en su caparazón. De camino al río, Lucía y Julio charlaron sin parar hasta que vieron a lo lejos al búho Urano.

-Búho Urano: Buenas forasteros. ¿Qué hacéis por aquí? ¿Necesitáis ayuda? 

-Lucía: ¡Hola! Esta mañana he tenido un accidente y Julio se ha ofrecido a ayudarme. Si quieres, ¡puedes acompañarnos!

-Búho Urano: ¡Por supuesto!

Lucía y Julio siguieron su marcha acompañados de Urano pero, al llegar al árbol en el que vivía Lucía, se dieron cuenta que esta no podría subir sola. Por esto, Urano se ofreció a subirla a su nido. 

Pasó el tiempo y Lucía se recuperó de su ala, ya estaba lista para volver a volar, pero Julio solo le decía: ¡Lucia no digas tonterías, tú eres muy torpe y nunca sabrás volar, eso son cosas de pájaros grandes, con grandes alas!

Pasaba por ahí el gusano Unai y al escuchar esto dijo: Julio tiene razón. Nunca he visto volar tan alto a un pájaro tan pequeño como tú. 

Lucía, muy triste, se creyó todo lo que Julio le decía. 

Pasaron los días y Lucía se aburría de estar todo el día en su nido. 

Un día le dijo a Julio: ya no quiero estar más aburrida en casa. No hace falta tener grandes alas para volar. Yo también puedo, tengo dos alas muy sanas. 

Julio se rió de Lucia y le contestó: Tus alas están sanas gracias a mí, pero tú nunca te alejarás del nido.

Entonces, apareció el unicornio Ulises, quien dijo: Lucía, puedes conseguir todo lo que te propongas y tú no le puedes decir lo que tiene que hacer.

En este momento, Lucía abrió sus coloridas alas y comenzó a agitarlas separándose cada vez más del suelo. 

Sus alas eran mucho más grandes y fuertes de lo que Julio le había dicho durante todo ese tiempo juntos.

Lucía se dio cuenta que todo lo que le había dicho Julio eran mentiras y nunca más volvió a cerrar sus alas.

Y como dice Don Fermín: "este cuento llegó a su fin".


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